Parece que al final yo también he caído en el mágico mundo de la moda y voy a escribir o por lo menos intentarlo.

Todo comenzó el pasado viernes cuando mi cuñada, me preguntó si no me importaría ir con ella a ver vestidos de novia, si, se casan y la verdad es que a mí me hizo muchísima ilusión ya que yo no tengo hermanas y seamos realistas, que yo me case va a ser más difícil que vaya a llover en el desierto.
El sábado por la mañana quedamos las dos y la verdad es que estábamos un pelín nerviosas ya que Anna (que es mi cuñada) era la primera vez que se iba a probar vestidos, ya que por internet, creo que ha visto todas las colecciones presentadas este año.
Ahí vamos las dos a la primera tienda, y lo primero que le preguntaron fué la fecha, y en ese mismo momento, nos miraron con una cara un poco rara..."
vamos un poco justos de tiempo....", yo no sabía que para el tema del vestido, necesitabas seis meses por lo menos. Nos ponemos a mirar el catálogo, y después de elegir unos cuantos, vamos a los probadores o
showrooms, y ahí le dicen: "
quítate la ropa y súbete a la tarima". Las dos nos mirábamos con una media sonrisa, y ahí empezó el despliegue de vestidos.
La primera vez que la vi vestida de novia, se me llenaron los ojos de lágrimas, dicen que las mujeres siempre están guapas, vestidas de novias, pero mi cuñada estaba preciosa, para mí era la mas guapa.

Entre la cantidad de datos, que si la tela es un
mikado, guipur o seda.... a mi sólo me quedaba una imagen en la cabeza y era la de Anna, tan guapa y radiante.........
Nos fuimos a otra y a otra,............ y casi fué lo peor, porque salimos hechas un lío de tanto vestido, modelo, y tanta presión. Al final nos fuimos a casa agotadas y creo que ella con las cosas no muy claras.

La pobre se ha pasado toda la semana de tiendas, mirando uno y otro modelo y la verdad es que con la sensación de que no iba a encontrar el modelo indicado.
Así que este sábado volvimos las dos.
Sólo fuimos a tres tiendas porque ya había decidido no romperse mas la cabeza e ir desechando algunos y centrarse en los que mas le gustaban.
Después de volverse a probar solamente los tres trajes que mas le gustaban, y ya viendo que la respuesta tenía que darla esa misma tarde, nos fuimos a tomar una cañita para relajarnos y charlar un poco.
Después de mucho pensar, la pobre no sabía muy bien qué hacer, la duda estaba entre dos vestidos y no sabía qué hacer para elegir uno u otro.
Lo cierto es que estaba guapísima con cualquiera de los dos, y no se le podía sacar ningún defecto a ninguno de ellos así que cada vez lo tenía mas complicado.
Al final se decidió y fuimos a la tienda para encargarlo, dar la señal y que le tomaran medidas. Pero no os pienso decir qué modelo eligió ni donde, ese es el pequeño secreto que solo se desvelará el día de la boda y que yo tengo el privilegio de compartir.

Anna, esto va dedicado a tí, vas e estar preciosa, no puedo ni imaginarme la cara que va a poner mi hermano cuando te vea, pero conociéndole no dirá mucho con palabras y si con su cara.
Un beso muy fuerte y gracias por confiar en mi para acompañarte.
Bueno, no me ha quedado muy de moda, pero para ser el primer intento, los expertos, me dáis el OK?